Leo Messi no tiene más culpa que la de jugar al fútbol como nadie, pero sus cuatro goles frente al Arsenal se han convertido en causa de separación irreparable de un matrimonio sudafricano que se peleó por el mando de la televisión.
Bigboy Cheverevere es un fanático del FC Barcelona y del astro argentino y el martes llegó a su casa para ver el partido de la Liga de Campeones cuando se encontró con que sus hijastros estaban viendo su programa favorito, lo que encendió una discusión que acabará en divorcio.
"Vino a casa y exigió ver el partido de fútbol cuando mis hijos estaban viendo su programa favorito", dijo la esposa indignada al diario "Daily Voice".
"Cuando ellos se negaron, él empezó a desconectar los cables y a soltar tacos", añadió la mujer, que se vio obligada a llamar a la Policía cuando su marido se negó después a apagar la televisión.
"No quería perderme el partido entre los dos equipos, pero mi esposa se quejó de que la televisión hacía mucho ruido", aseguró por su parte Cheverevere.
Bigboy quiere hacer las paces, pero su esposa Grace asegura que ya está harta y que después de seis años ha llegado la hora de separarse, aunque los goles de Messi y el fútbol del Barcelona no hayan sido más que la gota que colmó el vaso.