Investigadores del Museo Americano de Historia Natural en Nueva York describen en la revista 'PLoS ONE' las características de una nueva especie de sanguijuela descubierta hace 3 años en la nariz de una niña peruana. La sanguijuela, a la que se denominó 'Tyrannobdella rex', medía 44,5 milímetros y tenía una única mandíbula con grandes dientes.
La 'Tyrannobdella rex', que significa 'sanguijuela reina tirana', es una nueva especie que vive en zonas remotas del alto Amazonas y sobre la que se desconoce cual es su principal 'víctima' o fuente de alimento.
Según explica Anna Phillips, responsable del estudio publicado ahora, "por nuestro análisis de morfología y ADN, pensamos que la 'Tyrannobdella rex' está estrechamente asociada con otra sanguijuela que habita en la boca del ganado en México. Pensamos que la sanguijuela podría alimentarse de mamíferos acuáticos, de su nariz y boca por ejemplo, donde podría permanecer durante semanas".
Aunque existen entre 600 y 700 especies descritas de sanguijuelas, el descubrimiento de nuevas especies no es infrecuente, se cree que podrían existir 10.000 especies en todo el mundo en los ambientes marino, terrestre y de agua dulce.
Esta especie llamó la atención primero de MarK Siddall, responsable de la División de Zoología de Invertebrados del museo estadounidense, tras recibirla de Renzo Arauco-Brown, un médico colombiano de la Universidad Cayetano Heredia en Lima (Perú).
Un estudiante de Arauco-Brown describió su extraña morfología, una única mandíbula con ocho dientes muy grandes y genitales extremadamente pequeños. Se redescubrieron entonces dos casos anteriores de 1997 en diferentes clínicas del área occidental del Amazonas, una de la provincia de Lamas y otra de Yochegua.
El nuevo género y especie, 'Tyrannobdella rex', ha llevado a una revisión de las relaciones filogenéticas entre varias familias de sanguijuelas. Tanto los datos morfológicos como genéticos muestran que esta especie está muy relacionada con la 'Pintobdella chiapasensis', una sanguijuela de Chiapas que suele alimentarse del tapir pero que también infecta a las vacas.
Además, la nueva especie está asociada a otras de India y Taiwán, como la 'Dinobdella ferox', bien conocida por alimentarse de las membranas mocosas y alcanzar varios orificios humanos. Todas estas especies y otras de México, África y Oriente Medio constituyen la familia de las 'Praobdellidae', un grupo de sanguijuelas que parecen compartir su conducta alimentaria y que ponen en riesgo la salud humana en ciertas partes del mundo.
La relación evolutiva entre las sanguijuelas que en la actualidad habitan regiones distantes sugiere que el ancestro común de este grupo podría haber vivido cuando los continentes estaban juntos en una única masa de tierra, antes de que Pangea se descompusiera.
"La hemos llamado 'Tyrannobdella rex' por sus enormes dientes. Además, no hay duda de que las especies más iniciales en esta familia de sanguijuelas compartieron el entorno con los dinosaurios hace 200 millones de años cuando algún ancestro de nuestra T. rex podría haber alcanzado la nariz del otro T. rex", señala Siddall.
La nueva T. rex se une a las otras cuatro especies que utilizan este nombre abreviado, incluyendo dos fósiles del periodo del mioceno, un caracol y un escarabajo, una hormiga que existe en Malasia en la actualidad y el famoso dinosaurio terópodos del Cretáceo.