LA VOZ DE GALICIA.ES
Tres de las principales carreteras del norte de Portugal dejarán de ser gratuitas a partir del próximo 1 de julio. El Gobierno luso asegura no estar en condiciones de seguir asumiendo el pago del peaje en la sombra de tres grandes autovías entre Viana do Castelo, Oporto y Aveiro que abonan a las constructoras que las llevaron a cabo. La crisis ha llevado al país vecino a adoptar un complicado sistema de peajes automáticos sin cabinas de abono manual, que a ocho días de su puesta en marcha todavía no está instalado, ni los automovilistas lusos cuentan con los aparatos que identificarán sus coches por los tramos de pago. Además, el texto legal que lo sustenta está recurrido ante los tribunales de Justicia y pendiente de su ratificación por la Asamblea de la República. La confusión domina pues una decisión que miles de portugueses desconocen en sus pormenores, como dónde adquirir los sistemas de identificación automática de sus coches, cómo pagar los tramos usados o incluso cuáles son estos.
En todo caso, la implantación de peajes en 26 tramos de tres autovías hasta ahora gratuitas representará también una sensible carga para los viajeros gallegos por carreteras lusas, e incluso una seria amenaza en forma de cuantiosas multas en caso de no adquirir el aparato que identifica a cada coche al pasar por los arcos que marcan las zonas de pago.
Hasta 600 euros pueden ser impuestos a quienes no porten los dispositivos electrónicos, aunque en Portugal ya se está llegando a cifrar en 3.000 euros la sanción posible en caso de reiteración. En cualquier caso, la ausencia del dispositivo llevará aparejada la inmovilización del vehículo.
Las áreas afectadas
La A-28, la autovía que recorre la costa del norte luso, será la primera que los usuarios gallegos se encontrarán con el nuevo sistema. Muy utilizada hasta ahora por automovilistas habituales entre Galicia y el norte portugués que eludían así el peaje de la A-3 desde la frontera hasta Oporto, el vial costero contará con cuatro tramos con pórticos que identificará las matrículas de los automóviles que discurran por ella y que cuentan con precios de entre 0,75 y 1,20 euros. El entorno de Oporto también será gravado en la A-41, utilizada para acceder al aeropuerto Sá Carneiro o el área comercial de Ikea. La autovía A-44 entre Oporto y Mira (al sur de Aveiro) tendrá otros diez tramos de pago.