El seleccionador trabaja a puerta cerrada incidiendo en la presión para impedir que la Roja toque el balón.
La selección de Paraguay, tras el relax y el disfrute que generó la histórica clasificación para los cuartos de final de Sudáfrica 2010, retomó la normalidad preparatoria, que empezó a centrar en el partido contra España, el próximo sábado.
Tras la suave y distendida sesión del miércoles, aderezada con la celebración del cumpleaños del meta Justo Villar, Gerardo Martino afrontó con seriedad la nueva situación. Estableció otra vez la puerta cerrada para la práctica, sólo con la media hora final vista al público.
El preparador argentino empezó a diseñar el boceto que empleará contra el conjunto de Vicente del Bosque durante la hora y media que duró el entrenamiento. La velocidad en el movimiento del balón y la calidad individual son, principalmente, los aspectos que más preocupan al técnico.
Martino insistió en la presión desde el primer al último jugador para impedir que futbolistas como Xabi Hernández o Andrés Iniesta tengan capacidad y tiempo de pensar y generar acciones de peligro para su meta.
Esa es la principal misión que desde el principio encomendó a un equipo que no regatea esfuerzos y que tácticamente es disciplinado. Está ante una ocasión histórica Paraguay. Y quiere agotar sus posibilidades para alimentar la leyenda. Los jugadores son conscientes de ello y se aplican tanto en la mentalización como en el aspecto físico para echar el resto a la situación.
Es el centrocampista Aureliano Torres el único que todavía no está con el resto del grupo. Afronta la recta final de la recuperación de la contractura que padeció en un entrenamiento pasado. Está casi a punto. Pero es complicado que pueda contar con él Martino. Sobre todo porque aún no ha tocado casi balón y está sometido a ejercicios específicos al margen.
Al final de la sesión, distendida y abierta al espectador, fue evidente la preocupación por el estado físico de los jugadores. El cansancio se nota tras los partidos, con el añadido de la prórroga ante Japón. Un cúmulo con el que no cuenta España.
Enrique Vera, Cristián Romeros, Nelson Haedo y Antolín Alcaraz son de los más asistidos por los fisioterapeutas. Han estado con diversas dolencias durante el torneo.
Martino trabajó en el campo del South Downs College con el equipo que se enfrentará a España el sábado en Ellis Park. Recupera el preparador a Víctor Cáceres, que no jugó contra Japón en el partido de octavos. La vuelta del volante puede costar la salida del equipo a Néstor Ortigoza, su recambio natural.
Sin embargo, no es impensable que, tal y como sucedió en el primer partido, contra Italia, y para fortalecer el medio del campo, el seleccionador opte por emplear sólo a dos puntas y dejar cuatro centrocampistas, dadas las cualidades y el talento de España en esa zona.
No obstante, Nelson Haedo, que tampoco salió de inicio ante el cuadro nipón aunque entró en la segunda mitad, puede ser una de las innovaciones paraguayas en el choque de cuartos de final.
Paraguay realizará una última sesión antes del partido en el South Downs College de Centurión el viernes por la mañana. Será, toda, a puerta cerrada. Posteriormente, por la tarde, el plantel guaraní irá a las instalaciones del estadio Ellis Park de Johannesburgo para comprobar el impacto del recinto y el estado del césped. No entrenarán allí, sin embargo, como ha sido norma durante todo el Mundial.
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