Durante la etapa de bonanza económica, España era uno de los países de la Unión Europea que recibía mayor número de inmigrantes, pero tras la crisis se ha convertido en el estado miembro en el que más ha caído el aumento de los flujos de inmigración, según las últimas cifras publicadas por la agencia Eurostat, que también certifican que la población en la UE ha sobrepasado los 500 millones de habitantes.
La población española aumentó en 2009 en 161.000 personas hasta quedar en 45,989 millones de habitantes
En 2008, la tasa de migración en España era de 9,2 por cada mil habitantes, una de las más altas de la UE, solo igualada por la de Eslovenia (9,2) y superada por la de Luxemburgo (15,8). Pero esta situación cambió dramáticamente por la crisis: en 2009, esta tasa sufrió un descenso de casi el 86% para quedar en 1,3 por cada mil habitantes.
Pese a este descenso, la población española aumentó en 2009 en 161.000 personas, cifra que representa una tasa del 3,5 por mil, hasta quedar en 45,989 millones de habitantes.
Esta subida se explica por un crecimiento natural (diferencia ente nacimientos y muertes) de 103.000 personas (una tasa del 2,2 por mil habitantes) y un aumento de inmigrantes de 58.000 personas (1,3 por mil).
Un poco más del 60% del crecimiento de la población en la UE se debe a la inmigración
En la Unión Europea en su conjunto también se redujo la tasa de migración, pero no tanto como en España: pasó del 2,9 por mil en 2008 al 1,7 por mil en 2009.
Pese a esta caída, en 2009 un poco más del 60% del crecimiento de la población en la UE se debe a la inmigración. Los saldos migratorios positivos más importantes corresponden a Luxemburgo (13,2 por mil), Suecia (6,7 por mil), Italia (5,3 por mil) y Bélgica (5,1 por mil). Los descensos más marcados fueron los de Lituania (con -6,2 personas por cada 1.000), Letonia (-5,7), Bulgaria (-5,6) y Alemania (-2,5).
500 millones de europeos
En total, la población de la Unión Europea (UE) aumentó en 2009 en 1,4 millones de personas hasta alcanzar los 501,1 millones de habitantes. Este aumento se tradujo en una tasa anual de crecimiento de la población de 2,7 por cada 1.000 habitantes, que se produjo gracias al incremento natural de la población (nacimientos menos muertes) de 0,5 millones de habitantes (1 por cada mil) y a una migración neta de 0,9 millones de personas (1,7 por cada mil).
En la UE nacieron 5,4 millones de niños y murieron 4,8 millones de personas en 2009
Comparada con 2008, la situación demográfica del año pasado estuvo caracterizada, según Eurostat, por un ligero descenso de la tasa bruta de nacimientos, que se situó en 10,7 nacimientos por cada 1.000 habitantes gracias a los 5,4 millones de niños que nacieron en 2009.
En cambio, la tasa bruta de mortalidad se mantuvo estable en los Veintisiete, con 9,7 fallecimientos por cada 1.000 habitantes -la misma cifra que en 2008-, debido a los 4,8 millones de muertes registradas en 2009.
Irlanda, con la natalidad más elevada
Por países, los estados miembro que presentaron las tasas de natalidad más elevadas fueron Irlanda (16,8 por cada 1.000 habitantes), Reino Unido (12,8), Francia (12,7), Chipre (12,2) y Suecia (12,0), mientras que Alemania (7,9 por cada 1.000), Austria (9,1), Portugal (9,4), Italia (9,5), Letonia (9,6) y Hungría (9,6) las menores.
La tasa de mortalidad más elevada se produjo en Bulgaria: 14,2 por cada mil habitantes
Respecto a la tasa de mortalidad, las más elevadas se registraron en Bulgaria (14,2 por cada 1.000 habitantes), Letonia (13,3), Hungría (13) y Lituania (12,6), mientras que las más bajas se observaron en Irlanda (6,6), Chipre (6,7), Luxemburgo (7,3) y Malta (7,8).
Como consecuencia, la tasa de crecimiento natural más alta se registró en Irlanda (10,2 habitantes por cada 1.000), a gran distancia de Chipre (5,5), Francia (4,3), Luxemburgo (4,0) y Reino Unido (3,7).
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