Sólo quería dar una lección a sus padres, pero la cosa se le fue de las manos. Así justifica Ashley Kirilow, una joven canadiense de 23 años, que fingiera padecer cáncer y recaudara fondos para tratar su falsa enfermedad, un dinero que aprovechó para, entre otras cosas, viajar a Disney World.
Se ha declarado en bancarrota
Kirilow se afeitó la cabeza y se depiló las cejas, e incluso llegó a tatuarse en los dedos el lema "Won't quit" ("No renunciaré"), en clara alusión a su dura, y falsa, batalla contra la enfermedad.
Para completar la mentira, orquestó un sistema de donaciones a través del cual recaudó más de 9.700 euros (si bien algunas fuentes apuntan a que logró cerca de 15.000), motivo por el cual se enfrenta ahora a cuatro cargos por fraude.
La joven admitió ante el juez que no padecía cáncer y que había mentido para que su familia "se sintiera mal por cómo la había tratado" en su infancia, según publica la prensa canadiense.
Además, pidió perdón y prometió dar "a la caridad" todo el dinero que estafó, si bien primero tendrá que recuperarlo, ya que de aquellos 9.700 euros apenas le queda nada.
Descubierta por su padre
Fue su propio padre quien, después de observar las fotografías que la joven había colgado en la red social Facebook, sospechó que todo era mentira y le preguntó. Ella admitió el engaño y ahora espera en una prisión canadiense un nuevo juicio.
Los padres, que están divorciados, aseguran que "siempre la querrán", pero descartan acudir al juzgado ya que no quieren ser reconocidos por la calle. No son los únicos: muchos de sus amigos, quienes donaron dinero y aquellos que la ayudaron a recaudar fondos dicen que no perdonarán a la joven y lamentan el flaco favor que ha hecho a aquellos que padecen la enfermedad.
Cronología de una gran mentira
Finales de 2008. Fue tratada de un tumor benigno en un pecho. Desde entonces afirmó que padecía cáncer de pecho, de hígado, de estómago, de ovarios e incluso un tumor cerebral, de modo que su muerte era inminente.
Enero de 2009. Llamó a su padre (sólo había hablado con él una vez en los últimos cuatro años) y le dijo que necesitaba un trasplante de médula.
Días después, su padre intentó averiguar qué médicos la habían tratado, pero entonces ella dejó de responder a sus llamadas. Cuando lo hizo fue para pedirle que saliera de su vida.
Abril de 2009. Llamó a su madre, con quien apenas había hablado desde los 14 años y le pidió dinero para tratar su cáncer. La madre no disponía de dinero para darle y Ashley espetó: "Quiero decirte, antes de morir, que eres la peor madre del mundo".
Septiembre de 2009. Adam Catley le encontró un lugar gratuito donde vivir y organizó un acto benéfico.
Semanas después, Kirilow creó el grupo "Change for a Cure" en Facebook, a través del cual pedía donaciones para poder tratarse y Jamie Counsell organizó dos conciertos benéficos para recaudar fondos.
El pasado verano viajó a Australia y volvió tras dos semanas asegurando que había contraído una infección y que su muerte era inminente.
Finales de 2009. Después de declararse en bancarrota, dejó de responder a las llamadas y canceló todos los planes.
Marzo de 2010. Después de asegurar a mucha gente que su cáncer estaba remitiendo, anuncia en Facebook que la enfermedad ha vuelto.
Su padre descubrió la mentira y Ashley fue ingresada en un psiquiátrico durante tres semanas, debido a las crisis de ansiedad que padecía.
Mayo y junio de 2010. El 28 mayo huyó y a finales de junio varios voluntarios que habían colaborado en las donaciones denunciaron el fraude.
http://www.20minutos.es/noticia/790237/0/fraude/padecia/cancer/