Un equipo de investigadores de la University of Western Ontario, en Estados Unidos, ha conseguido demostrar por vez primera, de manera directa, que el estrés juega un papel clave en los ataques al corazón.
Hasta ahora no había un marcador biológico que midiera el estrés crónico
Factores estresantes como el trabajo, los problemas matrimoniales o financieros habían sido previamente relacionados con un incremento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, incluidos los ataques cardiacos.
Sin embargo, hasta ahora, no había habido un marcador biológico que sirviera para medir el estrés crónico. Los científicos de la University of Western Ontario han desarrollado un método que permite medir los niveles de cortisona presentes en el pelo, lo que supone un medio seguro de control de los niveles de estrés meses antes de que el organismo sufra un problema agudo, como un infarto, según publica Tendencias 21.
La cortisona está considerada la hormona del estrés, porque el cuerpo humano aumenta su secreción bajo situaciones estresantes. Hasta ahora, los niveles de esta hormona se medían en la orina o en la saliva, pero estas mediciones sólo permitían conocer los niveles de estrés en un momento dado, y no durante largos periodos de tiempo.
En el estudio realizado, se tomaron muestras de pelo de tres centímetros de largo de un total de 56 hombres adultos. De esta forma, se pudo establecer una relación entre altos niveles de cortisona en el organismo y los ataques de corazón tres meses más tarde. Según los investigadores, dado que el estrés es un problema serio en el estilo de vida actual, esta investigación demuestra la necesidad de cambiar nuestra forma de vida o de paliar el estrés con terapias.
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