Un hombre que se negó a quitarse la ropa es el culpable de un desmán en un resort nudista australiano.
La policía llegó respondiendo a un llamado por violencia y de inmediato los agentes ordenaron al hombre vestido y a su mujer que abandonaran la fiesta "todo vale" de la que participaban. Según explicó Tony Fox, dueño del resort White Cockatoo, en Port Douglas, Queensland, el problema empezó cuando cuatro mujeres desnudas invitadas a la fiesta fueron confrontadas por el hombre totalmente vestido.
"Se sintieron incómodas con él mirándolas y le dijeron que por respeto debía quitarse la ropa", explicó Fox. Cuando el propietario tomó intervención en el tema el rebelde participante se mostró hostil y fue necesario llamar a la policía.
Cuando arribaron los agentes se encontraron con un tumulto de gente en pelotas forcejeando con un degenerado totalmente vestido.