La Casa Rosada, que albergó durante 26 horas la capilla ardiente del ex presidente argentino Néstor Kirchner, cerró sus puertas este viernes para preparar el cortejo fúnebre que condujo el féretro al aeropuerto de Buenos Aires para su traslado a Río Gallegos, donde será sepultado.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, decidió prolongar dos horas más de lo previsto el velatorio de su marido para que pudiera despedirse de él la multitud que todavía esperaba frente a la sede de Gobierno. Miles de personas y varios presidentes latinoamericanos han pasado junto al féretro del ex presidente, que falleció el miércoles de un paro cardíaco a los 60 años en la sureña localidad argentina de El Calafate.
Cortejo
Desde la sede del Gobierno, donde más de 100.000 personas personas dieron su adiós a Kirchner, el cortejo se trasladó al aeropuerto metropolitano de Buenos Aires y desde allí un avión partió con los restos a la patagónica Río Gallegos, donde será En la sede del Gobierno, más de 100.000 personas personas dieron su adiós a Kirchner
sepultado en un panteón familiar durante una ceremonia íntima. En la sede del Gobierno, más de 100.000 personas personas dieron su adiós a Kirchner
Escoltado por un centenar de granaderos, el cortejo encabezado por Cristina Fernández recorrió casi cinco kilómetros por emblemáticas avenidas porteñas rociado por la lluvia que no empañó la despedida ni espantó a los asistentes, que cubrieron el coche fúnebre de flores.
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