Los niños concebidos en el espacio, con un gran grado de certeza, no podrán tener hijos según datos de científicos que llevaron a cabo experimentos con animales sobre reproducción.
La perspectiva de los viajes espaciales de larga duración ha llevado a los científicos a considerar, cada vez más en serio, el dilema siguiente: si el viaje a una casa nueva puede tardar miles de años, ¿serían capaces los seres humanos de reproducirse con éxito durante el trayecto? Los resultados de los primeros estudios de la NASA no son nada alentadores: el espacio no es un buen lugar para tener relaciones sexuales y concebir hijos. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Journal of Cosmology.
El renombrado astrofísico Stephen Hawking dijo una vez que la humanidad tendría que colonizar el espacio en el siglo próximo si quiere sobrevivir como especie. “Será bastante difícil evitar los desastres en el próximo siglo, por no hablar de los próximos mil y millón de años”, dijo con pesimismo el año pasado. “Nuestra única oportunidad para sobrevivir a largo plazo no se encuentra en la Tierra, sino que en el espacio”.
De acuerdo con los datos de tres científicos que estudian la posibilidad de colonizar Marte, se aconseja a los astronautas de abstenerse de un embarazo durante el largo viaje debido a los altos niveles de radiación que podría bombardear sus cuerpos durante el acto sexual y podría fácilmente dañar el ADN responsable por el desarrollo de todas las células de nuestro cuerpo.
Las fuentes principales de la radiación en el espacio son las erupciones solares y los rayos cósmicos galácticos. Las erupciones son explosiones enormes en la atmósfera del Sol que catapultan al espacio protones altamente cargados que son absorbidos por la atmósfera de la Tierra y los campos magnéticos. Los rayos cósmicos galácticos son una amenaza mucho más grave que las erupciones; son partículas aún más cargadas. Si la NASA tuviera posibilidades de proteger a los astronautas contra la radiación, es poco probable que logren hacerlo contra los rayos cósmicos.
Debido a que actualmente las naves espaciales no tienen una protección eficaz contra las partículas de alta energía de los protones, estos probablemente podrían esterilizar a cualquier feto femenino concebido en el espacio profundo y además podría influir profundamente sobre la fertilidad masculina. Según los científicos, en el vientre de la niña concebida durante el vuelo espacial, mueren todos los óvulos inmaduros que se forman en el quinto mes de embarazo. Al mismo tiempo, la radiación dañará el esperma de los niños.
En Marte, adónde en el futuro cercano podría dirigirse una expedición tripulada, el nivel de radiación es suficientemente bajo como para concebir. No obstante, los científicos aconsejan construir las bases bajo suelo para obtener protección adicional. El mejor lugar para largas estancias y la reproducción son los cráteres de Fobos, una luna marciana, según el portal Space. Dentro de los cráteres el nivel de la radiación cósmica se reduce en 90% en comparación con el espacio abierto.
Hasta hace poco el tema del sexo ha sido un tabú para la NASA, agencia que tiene un estricto código de conducta que indica que "las relaciones de confianza" entre los astronautas se mantendrá sin cambios. Sólo una vez un marido y su esposa, Jan Davis y Mark Lee, viajaron juntos en una misión.