Cuando se trata de preámbulos y juegos sexuales en una pareja, es cierto que no hay reglas, más que la de hacer sentir bien al otro y disfrutar el momento. Sin embargo, para un ecosexual, la cosa cambia.
Si bien se puede preferir acompañar el acto sexual con una película ad hoc o música motivante, “a menudo, las imágenes dejan de interesar y no hacen más que distraer la relación, malgastando energía”.
Es por eso que la periodista y escritora española Begoña García aconseja un “striptease” en reemplazo de una película erótica, además de apagar televisores, equipos de música o computadoras mientras. Para eso, lo mejor es desenchufarlos, ya que muchos de ellos se mantienen en modo stand by, consumiendo igualmente electricidad. “Desconectarlos de la red no sólo reduce el consumo, sino también las emisiones de dióxido de carbono que impactan en el medio ambiente provocando el cambio climático”, comenta.
Para aquellos que les gusta mirar las expresiones y el cuerpo de la pareja durante una relación sexual, cuando se hace de noche puede significar un desincentivo si no hay una luz cerca. Ante eso, un ecosexual optará por ampolletas de bajo consumo.
¿Ducha juntos? Mejor un pequeño remojón
Si bien una ducha con la pareja podría ayudar a reducir el consumo de agua en una casa, tener sexo mientras puede llevar a descuidos, como dejar corriendo el agua mientras, algo que dista mucho de ser ecológico. Además, a veces resulta incómodo, sobre todo si se toma en cuenta que, tal como lo confirma Sánchez, “la vagina se reseca en remojo”.
Para un buen momento en la ducha, la autora propone dejar muy poca agua en la tina, mientras se dan masajes y se enjabona. “Un fino hilo de agua recorriendo nuestro cuerpo mientras las manos liberan la piel de espumas puede ser mucho más excitante que un chorro intenso y potente de agua a presión”, afirma.
En cuanto a la resequedad femenina, aconseja el uso de lubricantes naturales, como el aceite de oliva, de coco (que además da vigor a los órganos masculinos). Eso sí, advierte que estos no deben ser utilizados con diafragmas o preservativos, porque los pueden dañar. Sobre estos últimos, los condones, García pide que sean 100% naturales, “de origen orgánico, sin olor ni sabor y lubricado con un lubricante neutro a base de agua”.
Consejos
En el 2008, Greenpeace México publicó las 10 reglas que debe seguir un ecosexual para tener un sexo sustentable y amigo de la Tierra.
1. Apaga las luces.
2. Come frutas de la pasión (frambuesas, cerezas, moras, frutillas) libres de transgénicos y pesticidas.
3. ¿Amor a toda costa? En vez de fomentar la sobrepesca de mariscos afrodisíacos, apoya los proyectos sustentables de las comunidades que ofrezcan aceites y jabones biodegradables que sirvan para aumentar la libido.
4. Amor reciclado: Decora de manera linda e incluso cursi, envases de productos empaquetados, para guardar ahí condones, lubricantes, juguetes, etc.
5. Usa ecolubricantes: “Nunca uses lubricantes hechos a base de petróleo, como de aceite o vaselina, por ejemplo. Usa los que son a base de agua y otros que son resistentes a ésta como los de silicón”.
6. Esclavo de la pasión, no del petróleo: Mucha de la ropa y accesorios que se comercializan para los juegos sexuales están hechos de PVC o vinil, que pueden generar químicos muy tóxicos. “En lugar de eso opta por accesorios de sustancias naturales como el caucho, látex o piel”.
7. Ahorra agua en pareja: Comparte la ducha. “Recuerda que más de 500 millones de personas no tienen acceso al agua limpia y corriente”.
8. Cama sustentable: Asegúrate que tu cama de madera esté hecha con material sustentable que esté certificada por organismos como el Forest Stewardship Council.
9. Sexo verde: Utiliza ropa orgánica y opta siempre por lo natural.
10. Haz el amor, no la guerra.
Atrás