Existen ya diversos tipos de anticonceptivos que dan a la mujer mayor comodidad, libertad y hasta eficacia. Uno de ellos, de reciente implantación, es el subdérmico o subcutáneo.
Su eficacia anticonceptiva supera a las píldoras y dura 3 años
Se trata de una varilla de plástico del tamaño de una cerilla, que se inserta bajo la piel en la cara interna del brazo. Su eficacia anticonceptiva supera a las píldoras y dura 3 años.
El anticonceptivo está formado por una varilla flexible y radiopaca, lo que posibilita, antes de extraerlo, su localización con una radiografía, ecografía, resonancia magnética o TAC, algo que antes no era posible.
Para no tener hijos en un par de años
Ahora, médicos y técnicos han conseguido mejorar la implantación del anticonceptivo subcutáneo (Implanon NXT). Este método tiene una eficacia superior al 99%, ya que su índice Pearl (que refleja el porcentaje de embarazos habidos en un año en 100 mujeres que utilizan un determinado método anticonceptivo, en ensayos clínicos y población seleccionada) es de un 0,00.
El anticonceptivo va liberando paulatinamente una hormona que inhibe la ovulación y además espesa el moco producido en el cuello del útero, evitando que el esperma depositado en la vagina llegue al útero.
Está indicado para las mujeres que saben que no van a querer tener hijos durante unos años y, sobre todo, en aquellas que tienen entre 18 y 40 años. El implante se puede quitar antes de los tres años si la paciente quiere, y, generalmente, ésta recuperará su ciclo de ovulación durante las tres semanas posteriores a la retirada del anticonceptivo.
Sin estrógenos pero con algún inconveniente
Este método carece de estrógenos, está formado por gestágeno, por lo que se puede utilizar durante la lactancia (aunque hay que esperar seis semanas desde el parto) y también se lo pueden poner aquellas mujeres que presentan factores de riesgo cardiovasculares o que padecen patologías como la trombosis o migrañas.
El anticonceptivo subcutáneo presenta algunos inconvenientes. Cambia el patrón de la regla, pues, mientras que tres de cada diez mujeres seguirán sangrando de manera regular, siete de cada diez sufrirán alteraciones y, de éstas, un 25% puede que no menstrúen mientras tengan el implante.
El implante está financiado en parte por la Seguridad Social, por lo que la usuaria solo tiene que pagar el 40% de su coste (59,45 euros).