Las autoridades cubanas parecen dispuestas a emprender el camino de las redes sociales pero lo harán con un estilo propio, creando redes sólo para consumo en la isla que les permitan mantener el control sobre su funcionamiento y contenidos, según se explicó en un taller sobre el tema.
Rosa Miriam Elizalde, editora del mayor portal cubano, Cubadebate, pidió "aceptar el reto tecnológico" y tener en cuenta los nuevos espacios, agregando que "no tengo ninguna duda de que si José Martí viviera hoy fuera 'feibucero' y 'tuitero".
Por lo pronto ya nació un Facebook cubano, llamado "Redsocial".
Aún se desconoce el alcance que tendrá pero podría ser similar al de Intranet, un internet nacional con contenidos limitados, donde se puede acceder a BBC Mundo pero no a páginas del exilio anticastrista.
Mientras el blog de Yohandry, el más oficialista y misterioso -nadie conoce a su autor- anunció que pronto habrá acceso público a la red con precios más asequibles porque el cable submarino entre Cuba y Venezuela "no tiene problemas".
La ciberguerra
A pesar de los esfuerzos de los cibernautas cubanos por convencer a las autoridades de la necesidad de abrirse al ciberespacio, la desconfianza persiste y se vislumbra en las palabras del canciller cubano, Bruno Rodríguez, en el evento.
"La euforia con las redes sociales convive con el riesgo de las operaciones de cambio de regímenes, que ha aumentado, al igual que la amenaza a la paz. Pero estas condiciones peligrosas hacen necesario y urgente que nos apropiemos de estas plataformas", dijo.
Criticó el diplomático "el control de la información" que ejercen "quienes dominan la web". De hecho Cuba tiene vedado el acceso a algunos servicios de internet en buscadores como Google y el gobierno de los Estados Unidos dedica millones de dólares a crear redes clandestinas dentro de la isla.
Un estadounidense, Alan Gross, acaba de ser condenado a 15 años de prisión por introducir clandestinamente estos medios a Cuba, dentro de un proyecto de varios millones que fue financiado por una agencia gubernamental de EE.UU.
Un paso limitado
De todas formas los esfuerzos de los cibernautas han hecho mella en la desconfianza oficial, el propio Ministerio de Relaciones Exteriores entró en Twitter y además convocó a este taller sobre "Medios alternativos y redes sociales".
Rosa Miriam Elizalde, una de las especialistas más preparadas con que cuenta el gobierno planteó en el taller que "a la ciberguerra -en el sentido militar o social del término, si lo prefieren- solo se le puede oponer la ciberdefensa activa".
En términos claros para quienes gobiernan Cuba agregó que es necesario acabar de articular un concepto sobre el tema "con la certeza de que no se podrá superar el modelo imperial en estas nuevas circunstancias desde la ignorancia o el prejuicio".
Sin embargo, la respuesta oficial parece aún limitada al intento de crear alternativas locales a las redes sociales globales, una mecánica que ya aplicaron sin mucho éxito con la creación de una Intranet que sustituyese a internet.
Problemas técnicos
Por último hay un problema técnico, producto de limitaciones impuestas por EE.UU., Cuba tiene un acceso sumamente reducido y caro a Internet. Esto pensaba subsanarse con la instalación de un cable telefónico submarino entre Cuba y Venezuela.
Sin embargo, nada ha cambiado, el joven bloguero cubano Roberto González dijo a BBC Mundo que "antes Cuba estaba conectada satelitalmente y yo sabía por qué era muy lenta, pero ahora a seis meses de habernos conectado a un cable submarino sigue la conexión igual."
La prensa nacional no toca el tema, solo el blog oficialista de Yohandry acaba de decir que no hay ningún problema con el cable pero sin explicar porque no funciona aún, por qué algunos importantes directivos del proyecto fueron detenidos y por qué otros huyeron de Cuba