Al menos 74 personas han muerto después de que seguidores de dos equipos de fútbol se enfrentasen este miércoles al término de un partido en la ciudad egipcia de Port Said, en el noreste del país, según un balance ofrecido por el Ministerio de Sanidad a la televisión estatal.
La trifulca comenzó al término de un partido entre los equipos Al Masry, de El Cairo, y Al Ahly que terminó con el resultado de 3-1 favorable a los primeros. Los seguidores del Al Masry invadieron el campo tras un cruce de insultos durante el encuentro y corrieron tras los jugadores del equipo visitante, lo que derivó en un enfrentamiento entre las dos hinchadas.
El viceministro de Sanidad, Hesham Sheiha, ha calificado de "desafortunado y profundamente triste" este episodio de violencia, en el que han muerto al menos 73 personas y otras mil han resultado heridas. "Es el mayor desastre en la historia del fútbol en Egipto", ha lamentado.
La mayoría de las muertes aparentemente se produjeron como consecuencia de la estampida que se generó y que provocó múltiples aplastamientos o asfixias, según testigos consultados por Reuters que también han relatado que varias personas cayeron desde las gradas. Entre las víctimas mortales también hay policías.
El jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, Mohamed Hussein Tantawi, ha ordenado el envío de dos helicópteros a la ciudad de Port Said para evacuar a los miembros del equipo agredido y a sus seguidores. Los helicópteros tenían como labor trasladar a los heridos a hospitales militares, según han informado fuentes del Ejército.
"Las fuerzas de seguridad nos han abandonado, no nos han protegido", ha relatado uno de los jugadores del Al Masry, Mohamed Abou-Treika, en una llamada a la televisión del equipo recogida por el periódico 'Al Ahram'. "Un seguidor acaba de morir en el vestuario, delante de mí", ha añadido.
Otro de los jugadores, Mohamed Barakat, ha confirmado que "varias personas han muerto". "Estamos viendo cadáveres, No hay fuerzas de seguridad o personal del Ejército para protegernos", ha lamentado.
El entrenador de los porteros, Ahmed Nagy, ha advertido de que "el vestuario se ha convertido en una morgue", informa Al Arabiya.
PLENO EXTRAORDINARIO
El recién elegido Parlamento celebrará este jueves una sesión extraordinaria para discutir la violencia desatada, que amenaza con tensar más aún la delicada situación social y política por la que atraviesa el país norteafricano. La Fiscalía ha ordenado la apertura de una investigación.
El diputado Albadry Farghali, representante por Port Said, ha acusado a las autoridades y a las fuerzas de seguridad de permitir el desastre y ha denunciado, durante una conversación telefónica con la televisión, que "los hombres de (Hosni) Mubarak siguen todavía gobernando", informa Reuters. "El jefe del régimen ha caído, pero todos sus hombres siguen en sus puestos", ha reprochado, antes de preguntarse: "¿Dónde está la seguridad? ¿Dónde está el Gobierno?".
SUSPENDIDA LA LIGA
Los incidentes se han extendido a un estadio de El Cairo donde se estaba jugando un partido entre los equipos Zamalek e Ismaili. La televisión egipcia ha mostrado imágenes de partes del estadio en llamas tras la decisión del árbitro de cancelar del encuentro al término de la primera mitad.
Ante la sucesión de acontecimientos, la federación de fútbol egipcia ha anunciado la suspensión "indefinida" de la liga.
http://www.marca.com/2012/02/01/futbol/futbol_internacional/1328122973.html