La práctica del ejercicio físico es una de las mejores medidas que podemos adoptar para mantenernos sanos sea cual sea nuestra edad. También en los mayores. Un estudio acaba de observar que el ejercicio intenso puede ayudar a evitar los primeros síntomas de demencia.
Los voluntarios que hicieron ejercicio aeróbico no lograron tanta mejoraSe trata de un trabajo de investigadores canadienses que acaba de publicar Archives of Internal Medicine, que asegura que el entrenamiento físico en las personas mayores que ya muestran signos de deterioro cognitivo, especialmente si se hace con pesas, ayuda a evitar la progresión de la demencia.
El estudio se realizó con 86 mujeres de entre 70 y 80 años, a las que se sometió a diferentes tipos de ejercicios. Se comparó el ejercicio aeróbico, con clases de equilibrio, tono y estiramiento, con la resistencia (con pesas) para fortalecer los músculos.
Las mujeres que siguieron un entrenamiento de resistencia utilizaron pesas y un gimnasio normal, mientras que las del grupo de ejercicio aeróbico caminaron, a veces con bastones.
El entrenamiento intenso reduce las visitas al médico y el consumo de fármacos Este último método logró los mejores resultados para la memoria de estas mujeres. Según el trabajo, esto puede deberse a que se hace cada vez más difícil que las personas aumentan la resistencia de peso, por lo que beneficia a varias zonas del cerebro implicadas en el riesgo de demencia.
Los investigadores canadienses no afirman que el ejercicio intenso y con pesas pueda erradicar enfermedades como el Mal de Alzheimer, pero sí que mejora la función cerebral en los procesos vinculados con el envejecimiento y en las primeras etapas del alzhéimer.
Un estudio anterior de la Universidad de Columbia Británica mostró que un entrenamiento intenso para mujer de 65 a 75 años –una vez a la semana, de una hora de duración– conseguía reducir las visitas al médico, el número de medicamentos que consumían y el gasto médico de todas ellas.