Piso de 60 metros cuadrados, céntrico, muy luminoso y con cadáver incluido en el precio.
Los inmuebles escenario de homicidios mediáticos se devalúan.
La Audiencia Provincial declaró desierta la subasta de un dúplex en Murcia el pasado 10 de enero. Nadie pujó por un chalé adosado con garaje al precio irrisorio de 56.700 euros. El inmueble ocupa el número 13 de la calle Montesinos. Pero ése no fue el problema. Francisca González, una mujer inyectada en sangre, cocaína y alcohol, asfixió y estranguló la madrugada del 18 de enero de 2002 a dos de sus hijos con el cargador de un móvil. El terror es más respetable que una oferta excitante y exquisita. Incluso en épocas de crisis.
Los agentes inmobiliarios destacan la dificultad de vender una vivienda cuyo homicida respire .
La clave perfecta: "No contarlo"