17/mar/10 09:36
Pekín, EFE El ya célebre zoo de la ciudad nororiental china de Shenyang donde 13 tigres siberianos -especie en grave peligro de extinción- han muerto de hambre en los últimos meses fue acusado hoy por la prensa de Pekín de usar los huesos de estos felinos para elaborar licores medicinales.
Según el diario "Beijing News", la práctica de hacer licor de huesos de tigre, muy apreciado desde hace siglos por la medicina tradicional china pero actualmente ilegal, "empezó en el zoo en 2005 y el producto era entregado a departamentos estatales de policía, política forestal o medio ambiente".
"Yo mismo he bebido licor de hueso de tigre", aseguró la fuente anónima del zoo que reveló esta práctica al diario pequinés.
El destilado de hueso de tigre, o "hu gu jiu", puede alcanzar precios en el mercado negro de hasta 4.100 dólares (3.000 euros) la botella.
Las regulaciones para evitar el tráfico de partes de animales en extinción, vigentes desde 1993, requieren que los huesos y la piel de los tigres fallecidos sean guardados en salas frigoríficas y sellados, pero al parecer existe un vacío legal sobre quién debe hacerse cargo de estos caros procedimientos.
En consecuencia, los cuidadores del zoo de Shenyang, donde han muerto unos 50 tigres desde el año 2000 (la información no aclara las circunstancias de los fallecimientos) se hicieron cargo de los restos y probablemente sacaron provecho económico de ellos.
Otro periódico, el "Nanfang Daily", aseguró el pasado lunes que los cuidadores no dieron de comer a los animales en los últimos meses como chantaje para intentar presionar al gobierno local, con el fin de que se hiciera cargo de las deudas del zoológico (ellos llevaban 18 meses sin cobrar).
Once de los tigres murieron directamente de hambre, otros dos fueron sacrificados tras atacar a sus cuidadores posiblemente por falta de comida, y tres más están muy graves, por lo que equipos veterinarios trabajan contra el reloj para salvar sus vidas.
Una veintena de otros animales, entre leones, camellos, monos, avestruces y varias otras especies, también han fallecido en el zoo en los últimos tres meses de invierno, época en la que la falta de visitantes merma los ingresos del zoo.
La historia ha producido una gran polémica y ríos de tinta en los medios de comunicación de China, país donde el tigre es una de las especies en mayor peligro de extinción y que casualmente se encuentra en el Año del Tigre del calendario lunar.