La nube de ceniza volcánica procedente de Islandia que está provocando el caos aéreo en Europa descendió durante la pasada noche a unos 2.000 metros de altitud y se ha hecho menos espesa, según indicó este domingo la estación de observación suiza de Payerne.
"Las partículas están empezando a caer al suelo", señaló Bertrand Calpini, un experto de esa estación. "La nube comienza a diluirse", agregó, en base a las últimas mediciones efectuadas en la mañana del domingo.
Dijo que los residuos de cenizas volcánicas han entrado actualmente en la capa de la atmósfera que contiene el aire que respira la humanidad, y que pronto se podrán detectar partículas en la superficie, como ya ocurrió la noche del sábado en la estación alpina de Jungfrau, situada a 3.600 metros de altitud. Si bien esta nube se está diluyendo, Calpini no excluyó que el volcán islandés causante de este fenómeno no envíe otra oleada de cenizas.