Cómo preparar el coche para el verano

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En este artículo exponemos una serie de consejos que pueden ayudarnos a no tener una avería con la llegada de las altas temperaturas
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La llegada del buen tiempo provoca que muchos viajemos durante los fines de semana y es también cuando una gran mayoría usa el coche de forma especialmente intensa en vacaciones. De hecho, es durante este período cuando la mayoría realiza la mitad de los kilómetros que recorrerá durante todo el año.
Por esta razón mirar las diferentes partes de nuestro coche puede propiciarnos que finalicemos nuestros desplazamientos sin problema ninguno.

Te recomendamos algunas comprobaciones que deben hacerse:

- Inspección ocular exterior

Estudia exteriormente el vehículo mirando primero si todas las ópticas están integras, no sufren grietas o tienen agua en su interior.
Posteriormente comprueba que todas las luces funcionan, tanto las dispuestas delante como las traseras. No caigas en la tentación de no sustituir una bombilla, por ejemplo, "porque en verano hace mucha luz".

Agáchate un poco y comprueba que no hay charcos de aceite u otros provenientes del radiador o del líquido de frenos. Recuerda que si acabas de usar el coche y ya has encendido el aire acondicionado éste, a veces, expulsa líquido por la condensación que en modo alguno es peligroso para la integridad del propulsor.
Revisa el desgaste de las escobillas ya que son más importantes de lo que creemos.

El último punto a revisar es la presión de los neumáticos y recordar que es fácil que vayamos cargados al máximo y por ello llevar las ruedas a las cantidades de presión indicadas para tal tipo de situación es muy recomendable. Conducir muchos kilómetros sin la presión adecuada para el máximo de ocupantes y su correspondiente equipaje puede significar un reventón y la consiguiente pérdida del control del vehículo.

- Que mirar dentro del capó

Una vez que hemos visto que todo está correcto en el exterior abrimos el capó del coche y procedemos a revisar los niveles. Prácticamente todos (aceite motor, frenos, refrigerante y dirección) son igual de importantes si exceptuamos el liquido limpiaparabrisas, aunque éste último elemento puede ser muy útil a veces. No es mala idea comprar un liquido limpiaparabrisas anti mosquitos ya que en algunas zonas de España o el extranjero los insectos son capaces de quitar casi por completo la visibilidad.

Mucha gente cree que sólo hay que mirar el anticongelante para proteger el motor del calor pero el aceite también hace funciones de refrigeración bajando la temperatura del motor.

Aunque debería de hacerlo un profesional, examinar las correas a las que tengas acceso visual no estaría mal por si ves algo en ellas como hilo sueltos, desgaste no uniforme, etc.
Un elemento final a mirar es la batería que sufre mucho con las altas temperaturas del verano. Comprobar que no tengan fugas es bueno y si requiere de mantenimiento es importante ver dónde está el nivel de agua destilada del interior.

Unos bornes limpios garantizan una buena conductividad.; si vemos que tiene restos blancos hay que limpiarlos para evitar la corrosión. Un truco es mezclar bicarbonato con agua en un paño.

Aunque es bueno hacerlo también en invierno, cuando vayamos a parar nuestro coche es conveniente dejarlo al ralentí un minuto para que se refrigere antes de apagarlo y los motores con turbo lo agradecerán aún más.

- El calor y el sol provocan malos hábitos

Muchos creemos que los grandes atascos se forman cuando llueve y no es así, es en épocas soleadas cuando los estudios de la DGT han demostrado que la falta de visibilidad influye en nuestra forma de conducir, perjudicándonos de forma substancial.

El calor del interior de los coches se ha solventado con la instalación del aire acondicionado y gracias a él podemos conducir notablemente mejor. Pero aún hay personas que ponen la toalla playera sobre el asiento para no quemarse debido al calor que ha adquirido mientras ha estado aparcado, esto es un error ya que en caso de accidente nos deslizaremos por debajo del cinturón de seguridad.

Por último es aconsejable no dejar, como hacemos muchas veces, la revisión para el último momento.