El riesgo de ser obeso o padecer alteraciones cardiovasculares, como diabetes o hipertensión en edad adulta, aumenta en aquellos individuos que sufrieron situaciones como desnutrición, hábito de tabaco de la madre o sobrepeso materno durante la gestación, ya que la "clave" de las enfermedades adultas se encuentra en la programación y desarrollo de la infancia.
Cada vez está cobrando mayor importancia "condicionar una vida infantil saludable para llegar a una vida adulta saludable"
Así lo ha explicado el catedrático de Pediatría de la Universidad de Cantabria, Miguel García Fuentes, en rueda de prensa, junto con el jefe del servicio de Pediatría del Hospital Marqués de Valdecilla, Lino Javier Álvarez, durante la presentación del encuentro internacional sobre nutrición 'Alimentación temprana y actividad física, como determinantes de la programación metabólica'.
Según han explicado, la 'programación metabólica' es el concepto que genéricamente engloba a los problemas que se manifiestan en edad adulta debido a alteraciones o condicionantes que actuaron en etapas precoces de la vida.
Estos efectos a largo plazo de hechos ocurridos durante la infancia son un concepto relativamente nuevo, cuyas investigaciones dan a conocer más aspectos nutricionales, ambientales y de los hábitos, que han pasado desapercibidos hasta que se ha demostrado su asociación con las enfermedades desarrolladas en la edad adulta. De esta manera, según Álvarez, cada vez está cobrando mayor importancia "condicionar una vida infantil saludable para llegar a una vida adulta saludable".
Por su parte, el catedrático de Pediatría ha ejemplificado las explicaciones recordando un estudio en el que se ponía de manifiesto que personas cuya gestación se había llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, época de hambre y por tanto, desnutrición, fueron más propensos de mayores a sufrir hipertensión y demás enfermedades cardiovasculares.
Si se gana algún kilo no pasa nada, pero el exceso de peso es un riesgo para nuestra salud
Así, García ha recomendado a las mujeres embarazadas una nutrición variada, con carnes, verduras y fruta, y "no intentar mantener la talla que se tenía". "Si se gana algún kilo no pasa nada", ha añadido, aunque también ha recordado que ganar peso en exceso es un factor de riesgo.
Y es que, según ha explicado, ganar más peso de lo normal en edades tempranas "es como dar un mensaje al organismo de que hay que ahorrar energía" ante una situación adversa, por lo que aparece la obesidad por esa tendencia a aprovechar bien los nutrientes. De esta manera, el organismo se programa metabólicamente, y por ello es muy difícil hacer adelgazar a estas personas.
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