Un adolescente en Nueva Zelanda tenía fotos de su madre desnuda en venta por Internet.
Michael, un estudiante de 18 años, comerciaba con imágenes de su madre Jennifer de 44 años desnuda o en ropa interior. La primera vez que las puso en remate por Internet el anuncio rezaba "cinco fotos de mi mamá desnuda".
Cuando el sitio TradeMe dio de baja la oferta, el joven volvió a subir un set de fotos pero esta vez ¡con la autorización de la madre! Las fotos fueron retiradas por el sitio nuevamente. Según explicó Jennifer: "Yo quería los cincuenta centavos de la venta pero lo que más extraño son los buenos comentarios".
Las fotos se vieron 11.000 veces antes de que las autoridades de TradeMe las quitaran definitivamente del sitio. Jon MacDonald, vocero de la firma, explicó que "realmente no tenemos interés en transformarnos en el sitio donde uno sube las fotos de su madre en calzones".