El Gobierno de Ecuador decretó este jueves el estado de excepción en todo el territorio nacional tras los disturbios que se han registrado en Quito por las protestas de policías y militares.
El Ejecutivo ha delegado a las Fuerzas Armadas la seguridad interna y externa del país. El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, dijo en rueda de prensa desde el Palacio de Gobierno, que se declara el "estado de excepción por una semana" y que en ese periodo las fuerzas militares asumirán el control de la seguridad interna y externa del Estado.
Máxima tensión en Quito
Policías y militares ecuatorianos salieron este jueves a las calles para protestar por una normativa que elimina algunos incentivos profesionales y protagonizaron incidentes en los que se vio envuelto el presidente Rafael Correa, quien denunció intentos de desestabilizar la democracia en Ecuador. El mandatario ha denunciado un "intento de golpe de Estado".
El caos se ha desatado por las protestas de policías y militares debido a las protestas por la eliminación de incentivos profesionales. Los policías, posiblemente apoyados por un grupo de 120 militares, tomaron las instalaciones del aeropuerto de Quito y las del mayor regimiento de la ciudad.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se trasladó a esas instalaciones donde afirmó que no cederá ante las presiones. Durante una pelea surgida a su salida del sitio, fue herido y traslado a un hospital en el que está "atrapado" y rodeado de manifestantes. Varios grupos de apoyo al presidente se dirigen al hospital para "rescatar" al mandatario.
"Golpe de Estado"
Correa denunció un intento de golpe de Estado en su país. "Es un intento de golpe de Estado de la oposición y son ciertos grupos enquistados en Fuerzas Armadas y Policía que siempre estuvieron, básicamente el grupo de Sociedad Patriótica", dijo en la Radio Pública en referencia al partido político del ex presidente Lucio Gutiérrez.
Lo más que tengo que perder en esto es la vida y la perderé gustoso para sacar adelante a la patria
El ex presidente Gutiérrez, que gobernó entre enero de 2003 y abril de 2005, rechazó este mismo jueves desde Brasilia estar tras la crisis que se desató por la protesta de los policías en rechazo a la eliminación de incentivos profesionales.
El jefe de Estado pidió tranquilidad a la ciudadanía, mientras que su Gobierno declaró el estado de excepción.
"Lo más que tengo que perder en esto es la vida y la perderé gustoso para sacar adelante a la patria y que nunca más vuelvan a ocurrir estas barbaridades", señaló el jefe de Estado en la Radio Pública desde el hospital de la Policía, donde se encuentra atrapado al estar cercadas las instalaciones por manifestantes.
La cúpula militar llama al orden
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, el general Ernesto González, ha llamado a la Policía a que deponga su actitud pero al mismo tiempo pidió que se reforme la ley que dio origen a la protesta.
El general pidió que el proyecto de ley que reduce los beneficios salariales de los policías y militares "sea dejado sin efecto"
"Invitamos a la policía nacional y a sectores de la sociedad civil, así como también a ciertos elementos de la institución armada a que depongan su actitud", dijo González en una conexión televisiva emitida por todos los canales del país.
Al mismo tiempo, el general pidió que el proyecto de ley que reduce los beneficios salariales de los policías y militares, que dio lugar a las protestas, "sea revisado o dejado sin efecto", de forma que los agentes "no se vean afectados en sus derechos".
González dijo que las Fuerzas Armadas de Ecuador "cumplirán con el estado de excepción" decretado por el Gobierno, que pone en sus manos la seguridad del país.
"Solicitamos encarecidamente ciudadanos a colaborar con esta tarea para que el estado pueda volver a su normalidad", afirmó
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