La Policía ha desarticulado en Alicante un grupo que se dedicaba a asaltar a plena luz del día cajeros automáticos en entidades bancarias, a cuyo vestíbulo accedían con mazas y piedras de grandes dimensiones, una vez que los empleados de las sucursales habían repuesto el dinero.
Actuaban cuando los empleados reponían el efectivo
Son siete los detenidos en la operación Premier: dos han sido arrestados in fraganti cuando reventaban la puerta de una sucursal de Benissa (Alicante) y el resto, gracias a varios controles que se habían desplegado en autopistas, en una gasolinera de la AP-7 en la localidad de Torrente, cuando trataban de huir.
Según fuentes policiales, uno de los últimos detenidos, Jared Jones, es el novio de una prostituta que saltó a la fama recientemente, después de conocerse que mantuvo relaciones con el futbolista inglés Wayne Rooney, del Manchester United, mientras su mujer se encontraba embarazada.
Las mismas fuentes han explicado que, precisamente por esta circunstancia, la Comisaría General de Policía Judicial española y la SOCA (Serious Organised Crime Agency) británica decidieron denominar la operación Premier, en referencia a la Premier League del fútbol británico.
Asaltos rápidos
Los delincuentes escogían sucursales en las que el cajero no se encontrara empotrado en la pared, sino que estuviera ubicado en el hall o antesala al patio principal de operaciones para el público.
En el momento en que el cajero se encontraba abierto y los empleados reponían el efectivo, los asaltantes, provistos de una maza de grandes dimensiones, rompían los cristales blindados de la puerta de acceso. Todo ello en menos de un minuto generalmente, en función del grosor y blindaje del acristalamiento de las lunas.
La SOCA ha colaborado en la investigación, dado que dos de los miembros del grupo tenían en vigor órdenes europeas de detención para extradición decretadas por las autoridades de Reino Unido el pasado 12 de mayo.
Huidos de la justicia
Los dos protagonizaron una espectacular fuga en el Reino Unido en la que tres encapuchados asaltaron el furgón policial que trasladaba al juzgado a uno de ellos acusado de incendio provocado.
Tras la fuga, los dos huyeron a España para esconderse y se asentaron en la zona de Levante, donde podrían encontrar apoyo de otros delincuentes británicos, que también se encontraron huidos de la justicia.
Los detenidos residían en un chalet de la localidad de Jávea (Alicante), un domicilio que habían abandonado antes del asalto al último cajero de forma precipitada y en el que la Policía ha intervenido un revólver, abundante munición, un cargador vacío de un subfusil ametrallador, documentación falsa y cerca de 8.000 euros en efectivo.
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