El comando etarra desarticulado en Vizcaya esta semana era, sin duda, la 'joya de la corona' de ETA. Por su capacidad de acción (se le imputan entre 11 y 14 atentados y dos asesinatos), por su capacidad para no ser detectado (se formó en 2006) y por su capacidad operativa (tenían en su poder 200 kilos de explosivos, armas y sobre todo información).
Según ha podido saber 20 minutos, el comando, bautizado por los etarras como 'Otazua', tenía datos muy detallados sobre un guardia civil del País Vasco. Los investigadores creen que aunque ahora la célula está "durmiente, en reposo" debido al alto el fuego, la información sobre este agente era tan importante que les hubiera podido permitir actuar en cualquier momento, y repetir así el asesinato del inspector de Policía Nacional Eduardo Puelles, cometido en junio de 2009. También tenían datos sobre un juez de Bilbao, un ertzaina, varias sedes socialistas, empresas del TAV y oficinas de Correos y del Inem.
El comando etarra era la 'joya de la corona' de ETA por su capacidad operativa
El comando ha reconocido ser el autor de al menos 16 atentados en los últimos años. Entre ellos los asesinatos de Eduardo Puelles y del militar Luis Conde, asesinado en septiembre de 2008 en Santoña (Cantabria). La Guardia Civil no tiene ninguna duda del potencial de este comando y del duro golpe que ha supuesto para ETA su desarticulación, y es que según las fuentes consultadas, eran expertos en explosivos y su especialidad eran las bombas lapa.
Con una de ellas mataron a Puelles. Y también han reconocido que intentaron asesinar del mismo modo al escolta Gabriel Ginés, el 9 octubre de 2007, que resultó herido grave; y a un policía de Basauri, el 16 de septiembre de 2008, que salvó milagrosamente la vida tras viajar diez kilómetros con el artefacto explosivo adosado a los bajos de su vehículo.
El mapa de Burgos
Los registros en los tres pisos y el garaje en poder del comando han permitido hallar un mapa de Burgos que incriminaría a los detenidos en el atentado contra la casa cuartel de esa ciudad, en julio de 2009 (hubo 65 heridos). En el mapa aparece un punto señalado y se cree que es el lugar donde los dos terroristas que colocaron la furgoneta bomba fueron recogidos por un cómplice que les ayudó a escapar.
Los etarras compatibilizaban su actividad terrorista con una vida aparantemente normal
También se investiga si participaron en el doble crimen, el 30 de julio de 2009, de los guardias civiles Diego Salva Lezaun y Carlos Sáenz de Tejada. Una bomba lapa acabó con su vida en frente de su casa cuartel. En el doble asesinato, perpetrado tres días después de la explosión de Burgos, ETA empleó un 'tupper' muy peculiar. Una caja idéntica ha aparecido en el garaje de Galdakao en el que el comando guardaba unos 200 kilos de explosivo.
Además, los terroristas han asumido los atentados con bombas (dos de ellas trampa) contra tres repetidores en Arnotegi, Bilbao y La Población (Navarra), en abril, noviembre y diciembre de 2008; la colocación de un artefacto en los juzgados de paz de Sestao en diciembre de 2007; la bomba contra la sede la Seguridad Social de Arrigorriaga en mayo de 2008; y otro artefacto contra una sede el INEM en Bilbao en 2006.
Reclutados por Saioa Sánchez
El grupo fue creado en 2006 por la etarra Saioa Sánchez Iturriegi, actualmente encarcelada en Francia acusada del asesinato de dos guardias civiles en Capbreton en diciembre de 2007. Los cuatro detenidos: Daniel Pastor (el jefe del comando),Íñigo Zapirain, Beatriz Etxebarria y Lorena López no tenían antecedentes y consiguieron pasar desapercibidos durante varios años. Compatibilizaban su actividad terrorista con una vida aparantemente normal.
Pastor trabajaba en una empresa de reformas de fachadas, Zapirain era albañil, Etxebarria era camarera en una herriko taberna de Bilbao y Lorena López trabajaba en el Ayuntamiento de Bilbao. López no era funcionaria, sino que trabajaba como personal laboral del Consistorio.
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