Daniela tiene siete meses y fue bautizada este domingo. Su caso sería uno más entre los múltiples bautismos que se celebran todos los días en España, salvo por una particularidad: recibió el sacramento arropada por sus dos mamás.
Siempre supimos que queríamos bautizar a nuestra hija
Y es que 2010 está siendo un gran año para Clara y Lucero. Contrajeron matrimonio en enero, tuvieron a su hija en marzo y ahora acaban de conseguir que un párroco la bautice y que incluya a ambas como madres en el certificado de bautismo, a pesar de la postura que la Iglesia frente a la homosexualidad. "Siempre supimos que queríamos bautizarla", asegura Clara, mamá biológica de la pequeña Daniela. "Ambas somos creyentes y decidimos educar a nuestra hija dentro de la religión católica", explica a 20minutos.es.
No ha habido trabas que les impidieran conseguir su objetivo. Familiares y amigos de ambas se daban cita este domingo en una parroquia de Cáceres para asistir al bautismo de la pequeña Daniela. El sacerdote se limitó a comprobar que se cumplían los requisitos contemplados por el Derecho Canónico, es decir, "que den su consentimiento los padres, o al menos uno de los dos" y que "haya esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica".
Todos somos iguales ante Dios y los sacerdotes deberían seguir su palabra
"Es un párroco distinto, como deberían serlo el resto. Todos somos iguales ante Dios y ellos deberían seguir su palabra", afirma Clara sobre este sacerdote, que en ningún momento puso impedimentos al bautismo por la condición sexual de las progenitoras. "Somos dos personas que se quieren y que decidieron formar una familia y por ello nos casamos. A partir de ahí debemos tener los mismos derechos que el resto", sentencia.
Y es que "un párroco no puede negar el bautismo de un niño que cumpla las condiciones previstas por el Derecho Canónico, independientemente de la condición sexual, raza o nivel económico de los progenitores", subrayan fuentes eclesiásticas consultadas por 20minutos.es. No obstante, frecuentemente se dan casos de demora de los bautizos, si el sacerdote considera que no existe una garantía suficiente de que el niño vaya a recibir una educación cristiana, según reconocen estas fuentes.
Cada sacerdote tiene el poder de pensar y obrar en consecuencia
"No tenemos constancia oficial de que hayan producido casos similares al de Daniela, donde ambas madres figuren en la partida de bautismo", destaca Miguel Ángel Sánchez, presidente de la Fundación Triángulo. "No obstante, sí es probable que se hayan dado y que los progenitores hayan decidido mantenerlo en secreto para evitar problemas", matiza.
Luisa Notario, vocal de Diversidad y Familias de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), se muestra de acuerdo con Sánchez. "Yo misma conozco a una pareja homosexual que bautizó a sus mellizos", asegura, aunque agrega que "normalmente nadie quiere hacerlo público".
"La Iglesia católica es muy amplia y hay párrocos para todo", explica Notario, subrayando que "la fe no tiene nada que ver con la orientación sexual de los progenitores". "Afortunadamente, cada sacerdote tiene el poder de pensar y obrar en consecuencia", concluye.
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