El Real Madrid jugó este jueves en Roma su mejor baloncesto de la temporada y aplastó al Virtus en la tercera jornada de la Euroliga (56-74).
Clave fue la actuación de Sergio Rodríguez, en la dirección del equipo, además de mostrado acertado en casi todas sus acciones, lo que le valió para concluir el partido con 9 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias y 23 de valoración en 35 minutos de juego.
El equipo italiano sólo plantó cara durante un cuarto y medio, e incluso llegó a dominar en el electrónico en los primeros compases del juego (15-9), gracias al ex madridista Dasic y a Djedovic (destacado con 10 puntos en el primer tiempo).
La defensa de los españoles mejoró en el segundo cuarto
Pero la defensa de los españoles mejoró en el segundo cuarto, liderados por un genial Sergio Rodríguez, Velickovic y con Tucker casi infalible. Así el Madrid endosó un 2-18 para llegar al descanso con 17 de ventaja y con un dominio en el rebote de 12-23.
Las buenas sensaciones se mantuvieron en la reanudación. Ahí el Real Madrid amplió hasta 26 puntos la ventaja y los romanos volvieron a fracasar tras toparse de bruces con Suárez, Rodríguez, Tomic, Llull y Fischer. El partido llegó a su última pausa sentenciado (33-60) y los minutos sólo sirvieron para maquillar el resultado.
Los blancos suman así su segunda victoria en la Euroliga e iguala al Virtus, Olimpiacos y Brose al frente del Grupo B, en el que el Unicaja de Málaga tiene una victoria y dos derrotas.
El Barça firma su primera derrota
Por su parte, el Regal Barça cayó contra pronóstico en su cancha, ante el Fenerbahçe Ulker (61-69), un lugar en el que los de Xavi Pascual no encajaban una derrota en Liga Regular desde enero de 2008 y habían acumulado diecinueve triunfos consecutivos en esta fase.
Maniatados en defensa, sin dominar el rebote ni contar con un buen ritmo de juego, el Regal Barça sufrió un calvario ante un rival de entidad como es el campeón turco, que estuvo sustentado en la fortaleza interior de Gasper Vidmar (2,10 metros), en la movilidad de Ukic y, sobre todo, en un gran control defensivo de los Neven Spahija.
El Ulker dejó en 13 puntos a los azulgrana en los diez primeros minutos y Xavi Pascual, a pesar de que revolvió en el fondo de su banquillo, no encontró soluciones.
Ni con el cambio de bases, ni variando la composición del perímetro ni tampoco la del juego interior, el Barça reaccionaba. La seriedad de los turcos, en defensa y en el rebote, y la profundidad de su plantilla permitía a los de Spahija controlar la situación.
La máxima ventaja del Fenerbahce alcanzó los nueve puntos
La máxima ventaja del Fenerbahce alcanzó los nueve puntos (18-27) a 6:20 del descanso. El orgullo de Sada, una mayor presencia del juego interior y más presión en defensa permitieron a los campeones de la Euroliga recuperar terreno (28-32).
Seguramente en ese momento, los azulgrana se dieron cuenta de que la única oportunidad que tenían para salvar la papeleta era aplicarse en defensa y a partir de entonces su baloncesto creció.
Con Sada como exponente defensivo y Mickeal, como máxima referencia en ataque, el Barça le dio la vuelta al partido en el tercer cuarto. A Mickeal, le acompañaron Navarro y Lakovic en la anotación y consiguieron ponerse por delante después de muchos minutos al final del tercer cuarto (45-44).
Pero en el cuarto final, el partido se les escapó a los catalanes. Acertaron los turcos desde la línea de triples, especialmente Preldzic, Turkcan y Tomas y el Barça resistió (57-57) hasta los tres minutos finales. Un triple de Tomas y una canasta de Ukic pusieron en ventaja a los de Spahija (57-62) y en los momentos finales, un Barca desacertado encajó una derrota (61-69) que deja a Fenerbahce y a Montepaschi como líderes del grupo.
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