Como si de una ruleta rusa se tratara, al valenciano Francisco Sanz (40 años) le ha tocado padecer una terrible y extraña enfermedad llamada síndrome de Cowden que sólo padece una de cada 200.000 personas. Esta patología, que tiene su origen en la mutación de un gen, le convierte en poco menos que una factoría de tumores. Tal como explica, los tiene "por todo el cuerpo. Sólo en los testículos tengo 12, pero en total, los médicos creen que son más de 2.000".
Su calvario comenzó hace dos años. Aunque tenía la enfermedad desde que nació, no comenzó a manifestarse hasta que cumplió 38 años: "Empezaron a salirme afecciones en la piel y el pelo se me caía de forma exagerada. Me empezó a tratar un dermatólogo y hasta me llegaron a quemar toda la cara, pensando que tenía verrugas. Otros médicos me dijeron que tenía cáncer y que iba a morir".
Al final, después de muchas pruebas, un experto en enfermedades poco habituales le diagnóstico el síndrome de Cowden. Según explica, "fue un mazazo tanto para mí como para mi familia porque se supone que todos estos tumores, dentro de dos años, degenerarán en cáncer. Nunca pensé que esto me pudiera ocurrir. De repente, vivir se convirtió en mi única meta".
Ante la falta de expectativas y de un tratamiento específico en España, partió a Estados Unidos, donde participa en un ensayo clínico en Meryland: "Soy el número siete de un experimento en el que hago de conejillo de indias. Me están aplicando rapacimina y, de momento, me va bien porque me reduce algo el tamaño de los tumores". Sin embargo, para poder costearse el viaje y la estancia tuvo que vender todo lo que tenía, incluso su casa y su coche. Paco asegura: "10 meses después, he vuelto porque no me queda dinero".
El 13 de febrero tiene que regresar a Meryland para someterse a la segunda fase del tratamiento que dura casi tres años. Sus padres también han puesto su casa en venta y él ha estado trabajando los fines de semana de vigilante de seguridad pese a que le duele "todo el cuerpo" y sufre "hemorragias". Sin embargo, no es suficiente para afrontar los gastos y por eso ha creado www.ayudapacosanz.com, una web en la que se le pueden hacer donaciones: "Me avergüenza pedir dinero, pero es mi única opción para seguir viviendo, ya que las autoridades españolas me ignoran".
Pese a su situación, lo más admirable es que encuentra motivos para dibujar una sonrisa: "El día que la pierda estaré muerto".
Una mujer lucha contra cuatro cánceres
Pocos casos hay conocidos en España de síndrome de Cowden. Sin embargo, recientemente ha podido ponerse en contacto con una mujer de Córdoba. Ella tiene la enfermedad más avanzada y, según Paco, "los tumores ya le han provocado cuatro cánceres contra los que está luchando. Estábamos los dos emocionados porque, al menos, dentro de la desgracia, nos hemos dado cuenta de que no estamos solos y podemos compartir experiencias".
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