BELGRADO - Ratko Mladic, el despiadado comandante del ejército serbiobosnio acusado de orquestar la peor masacre de civiles en Europa desde la II Guerra Mundial, fue detenido ayer en la casa de un familiar en un pequeño pueblo de Serbia, tras una cacería de 16 años del autor de lo que un juez de crímenes de guerra llamó “escenas infernales”.
La Detención de Mladic eliminó la barrera más importante en los esfuerzos del gobierno serbio, respaldado por Occidente, para adherirse a la Unión Europea y mejorar la imagen del país como un estado paria que protegía a quienes han sido señalados como los responsables de las peores atrocidades de las guerras balcánicas de la década de 1990.
Mladic tenía dos pistolas cuando fue detenido, pero no ofreció resistencia. dijeron funcionarios y medios de comunicación serbios. Agregaron que el ex comandante, ahora calvo, tenía un semblante encogido y pálido.
Serbia elevó su nivel de alerta nacional y prohibió todas las reuniones después que grupos nacionalistas amenazaron con tomar las calles en protesta.
“Hemos terminado un período difícil de nuestra historia. Los miembros de nuestra nación se han quitado una mancha del rostro, vivan donde vivan”, dijo el presidente serbio, Boris Tadic, durante una conferencia de prensa de tono triunfante en la que anunció la detención del fugitivo de crímenes de guerra más buscado de Europa.
Dijo que comenzó el proceso para extraditar a Mladic a fin de que sea procesado por el tribunal de crímenes de guerra de la ONU, en La Haya.
Mladic había estado huyendo desde 1995, cuando el tribunal de crímenes de guerra de la ONU lo procesó en ausencia por genocidio, en relación con la masacre de unos 8,000 niños y hombres musulmanes bosnios en el poblado de Srebrenica en julio de 1995, en el marco de la guerra de Bosnia de 1992-95.
Caramelos y balas
Las fuerzas de Mladic invadieron lo que se suponía que era una zona de seguridad custodiada por cascos azules holandeses.
Tras tomar la ciudad, Mladic fue visto repartiendo caramelos a los niños musulmanes en la plaza del pueblo. Les aseguró que todo estaría bien e incluso le dio una palmada a un niño en la cabeza. Horas más tarde, sus hombres comenzaron varios días de matanza, violaciones y torturas.
El juez del tribunal de crímenes de guerra Fouad Riad dijo en 1995 durante el juicio contra Mladic que el tribunal había visto evidencia de “un salvajismo inimaginable”.
“Miles de hombres ejecutados y enterrados en fosas comunes, cientos de hombres enterrados vivos, hombres y mujeres mutilados y masacrados, niños asesinados ante los ojos de sus madres, un abuelo obligado a comer el hígado de su propio nieto”, afirmó.
“Estos son realmente escenas infernales, escritas en las páginas más negras de la historia humana”, añadió.
Mladic, de 69 años, enfrenta una posible cadena perpetua si es juzgado y declarado culpable de genocidio y otros cargos. El tribunal de la ONU no aplica la pena capital.
Serbia había estado bajo una intensa presión para que arrestara a Mladic.
El principal fiscal del tribunal de crímenes de guerra de la ONU, Serge Brammertz, se había quejado este mes de que las autoridades serbias no estaban haciendo lo suficiente para capturar a Mladic y otros fugitivos de crímenes de guerra. Brammertz tenía programado emitir el mes próximo un informe al Consejo de Seguridad de la ONU sobre los esfuerzos del país balcánico al respecto.