El noviazgo radio-fútbol está comprometido. Salvo el Sevilla, el resto de los clubes de Primera y la mayoría de Segunda amenaza con vetar el acceso de las cadenas que pretendan narrar los partidos desde los estadios. Ayer ya se impidió en el duelo de Segunda Gerona-Elche. La prohibición parte de la negativa de las emisoras a pagar a la Liga, que este año quiere comercializar los derechos radiofónicos de los clubes. De momento, las cadenas harán su trabajo desde los estudios, lo que amenaza uno de los grandes inventos de la radio, el carrusel deportivo, que alumbró Bobby Deglané en la SER, en 1954, y que hoy es básico en todas las programaciones. Ahora, todas las cadenas, amparándose en el derecho a la información, se niegan a pagar un canon por la retransmisión de los encuentros.
Los derechos radiofónicos de la casi totalidad de los clubes pertenecen a Mediapro, ya que se vendieron conjuntamente con los de televisión, pero es la LFP quien se encarga de rentabilizarlos. "Los clubes quieren poner en valor su producto con todo el derecho. Y nosotros también", señala a este diario Jaume Roures, máximo responsable de Mediapro.
Hoy y mañana las radios acudirán en grupo a las puertas de los estadios. Un representante, en compañía de un notario, comprobará que no se les permite pasar y se levantará acta para poder denunciarlo. Los periodistas narrarán desde sus estudios y tendrán a una persona dentro del estadio previo pago de una entrada. Este informador no podrá narrar y, en principio, no accederá a las declaraciones de los jugadores, aunque clubes y Mediapro sí podrían terminar permitiendo este trabajo. "Legalmente es un asunto cogido con pinzas: explotación comercial contra libertad de expresión", se quejan desde una emisora.
"No vamos a pagar y no vamos a negociar con la LFP. Nos ampara el derecho a la información. Nosotros no restamos espectadores al fútbol. Al contrario. Además, nuestro caso es distinto a las televisiones, no vivimos sólo del espectáculo en el césped", desgrana Alfonso Ruiz de Assin, secretario general de la Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC), que aglutina a todas las emisoras comerciales.
La intención de la LFP es impedir incluso que las cadenas que no paguen narren desde los estudios. Para ello, este organismo confirmó a este diario que estará pendiente, en compañía de un notario para que dé fe, de las retransmisiones que efectúen las distintas emisoras. "Respetar el derecho a la información, pero tal y como está contemplado", dicen.
Para la rentabilización de estos derechos, la patronal establece cuatro paquetes (Básico, Premium, Exclusivo 1 y Exclusivo 2). No fijó ningún precio, porque "la intención era negociarlos con las radios. No queremos que nadie se quede fuera. Queremos precios asequibles", explican desde este organismo. El precio de cada oferta depende de si la cadena es local, autonómica o nacional y de su audiencia, según el EGM. "Las radios ingresan más de 100 millones por la explotación de programas dedicados a la narración y no es ninguna locura que los clubes aspiren a ingresar un porcentaje de esto", apunta Roures. LFP y Mediapro esperan obtener por estos derechos entorno a unos 20 millones de euros.
Las posturas están muy alejadas. "El dinero que piden está fuera del mercado", apuntan desde otra emisora, que cifra en unos tres millones lo que tendría que pagar a la LFP.
La Liga y Mediapro defienden que en el resto de Europa estos derechos ya se comercializan y que las radios españolas ya pagan a la UEFA y la FIFA. Éstas argumentan que sólo pagan por la final de la Champions (25.000 euros) y la Supercopa de Europa (15.000), mientras que el Mundial les costó 100.000 euros.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/27/comunicacion/1314438806.html