El magnate ruso Mikhail Prokhorov, que hace un año y medio firmó un contrato de unos 390 millones de euros para adquirir Villa Leopolda, la mansión más cara del mundo, perderá más de 40 millones de euros por echarse atrás en la operación.
El ruso, que gestó una fortuna en la industria del níquel que la revista Forbes cifra en cerca de 9.500 millones de dólares, intentó renunciar a la compra de la mansión y recuperar el depósito de 39 millones de euros que adelantó por la espectacular vivienda situada en la Costa Azul, en el sureste de Francia.
Pero el Tribunal de Gran Instancia de Niza ha fallado en su contra y este multimillonario amigo de Mikhail Abramovich, propietario del equipo de fútbol de Chelsea, perderá el dinero que avanzó antes del acuerdo definitivo.
Prokhorov deberá además compensar con 1,5 millones de euros adicionales a la vendedora, la viuda del banquero suizo de origen libanés y naturalizado brasileño Edmond Safra, propietaria de una villa construida en 1902 por el rey de Bélgica Leopoldo II y rodeada de un jardín de ocho hectáreas plagado de árboles frutales.