CHICAGO (Reuters) - Un grupo de investigadores estadounidenses estimaron que cobrar un impuesto del 18 por ciento a la pizza y las bebidas podría reducir el consumo de calorías de los adultos estadounidenses y ayudarles a bajar, de media, unos 2 kilos por año.
El equipo, que publicó su estudio en la revista Archives of Internal Medicine, sugirió que el impuesto podría usarse como un arma en la lucha contra la obesidad, que cuesta a Estados Unidos alrededor de 147.000 millones de dólares por año.
"Pese a que estas medidas no resolverán la epidemia de obesidad en su totalidad y podrían afrontar resistencia de los fabricantes y vendedores de alimentos, podrían ser una importante estrategia para resolver el consumo excesivo", escribió el equipo liderado por Kiyah Duffey, de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill.
Esta política también "podría ayudar a reducir el consumo de calorías y potencialmente contribuir a la pérdida de peso y a una caída de la incidencia de la diabetes entre los adultos estadounidenses", agregó el equipo.
Dado que dos tercios de los estadounidenses tienen sobrepeso u obesidad, los políticos están considerando cada vez más la idea de aplicar impuestos como una alternativa para lidiar con la enfermedad al nivel de la población.
California y Filadelfia introdujeron una legislación para gravar los refrescos con el fin de limitar el consumo.
El director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el doctor Thomas Frieden, apoya este tipo de medidas, al igual que la Asociación Estadounidense del Corazón.