Síntoma: Pies fríos y húmedos.
Causa: El vaso está siendo agarrado en ángulo incorrecto.
Solución: Gira el vaso hasta que la parte abierta quede hacia arriba.
Síntoma: Pies calientes y mojados.
Causa: Ya te orinaste.
Solución: Ve a secarte al baño más próximo.
Síntoma: La pared de enfrente está llena de luces.
Causa: Te has caído de espaldas.
Solución: Posiciona tu cuerpo a 90º con respecto al suelo.
Síntoma: Tu boca está llena de colillas de cigarros.
Causa: Te has caído de ocico sobre el cenicero.
Solución: Escupe todo y enjuágate la boca.
Síntoma: El suelo está borroso.
Causa: Estás mirando a través de un vaso vacío.
Solución: Más de tu bebida favorita.
Síntoma: El suelo se está moviendo.
Causa: Estás siendo arrastrado.
Solución: Pregunta a dónde te llevan por lo menos (o si ya te traen).
Síntoma: Reflejo múltiple de caras mirándote desde el agua.
Causa: Estás en el inodoro, intentando vomitar.
Solución: Métete el dedo (en la garganta, no te vayas a equivocar).
Síntoma: Oyes que la gente habla produciendo un misterioso eco.
Causa: Tienes el vaso en la oreja.
Solución: Deja de hacer chorradas.
Síntoma: La discoteca se mueve mucho, la gente viste de blanco y la música es muy repetitiva.
Causa: Estás en una ambulancia (no creas que es Ibiza).
Solución: No moverse. Posible coma etílico o congestión alcohólica.
Síntoma: Tu padre está muy raro y todos tus hermanos te miran con curiosidad.
Causa: Te has equivocado de casa.
Solución: Pregúnta si te pueden indicar por dónde queda la tuya.
Síntoma: Un enorme foco de luz de la discoteca te ciega la vista.
Causa: Estás en la calle tirado y ya es de día.
Solución: Café y una buena ducha con agua fría.