Avance. El Barcelona no disputará la final del Bernabéu tras ser incapaz de superar al Inter de Milán en el choque de vuelta de las Semifinales. Los hombres de Guardiola dominaron todo el encuentro, no dejaron que su rival cruzara la medular del campo pero no estuvieron acertados ante la meta rival y se toparon una y otra vez con la zaga transalpina. El gol de Piqué no fue suficiente para un Barcelona que se lleva su primera gran desilusión en dos temporadas.
Mourinho lo celebró con un gesto desafiante a la grada.
La tensión acumulada en noventa y cuatro minutos de infarto nos dejó una imagen que pasará a la historia de la Liga de Campeones. Mourinho levantó los brazos en alto en señal de victoria y dirigiéndose con gesto desafiante a la grada del Camp Nou.
El portugués había salido victorioso de un duelo en el que se había convertido en el centro de todas las miradas. Con su gesto reivindicaba el triunfo del aspirante ante un campeón que soñaba con repetir título en el Bernabéu.
Víctor Valdés se dirigió al técnico interista para recriminarle su actitud pero el colegiado belga se interpuso en su camino. La celebración italiana, afortunadamente, no deparó ningún tipo de incidentes sobre el terreno de juego.
También fue inesperado y algo insólito que los aspersores del estadio se pusieran en funcionamiento mientras los italianos celebraban su clasificación para la final.
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