Lleva más de seis años representado en la pequeña pantalla a Gabrielle Solís, la vecina más sexy de la ficción Mujeres Desesperadas. Eva Longoria, que este miércoles provocó un gran revuelo al acercarse a un mercado madrileño para presentar una nueva línea de frigoríficos, admitió que, después de tanto tiempo, está "cansada". "Pero no de la serie", apuntó rápidamente, "sino de trabajar sin descanso".
Además de en la televisión, ha trabajado este verano en dos películas: Cristiada y Sin Hombres. "¡Apenas he tenido una semana de vacaciones!", lamentó la actriz texana, embutida en una falda tubo, un top de BB y cuidadosamente maquillada.
Soy una buena ama de casa, me gusta cocinar, ir al mercado...
Allí, rodeada por frutas, pinchos y verduras, vaticinó que la ficción que la ha hecho popular en todo el mundo todavía podría durar unos dos años más. Y que ella ya se siente un poco 'Solís' ("Gabrielle es parte de mí, no creo que pudiera dejarla fácilmente"). Aunque también quiso dejar claro que hay diferencias entre ella y esa joven caprichosa de la ficción: "Yo soy una buena de casa. Me gusta cocinar, lo hago a diario, y voy a comprar al mercado".
Asimismo, con un castellano a veces titubeante, desmintió que su productora le hubiera prohibido quedarse embarazada durante al menos un año.
Antes de despedirse desde un lujoso auto negro de película, desveló que es una mujer pasional -mucho más caliente que el frigorífico que acababa de presentar- y que tiene un defecto: es un poco torpe, a pesar de manejarse perfectamente con tacones de más de 12 centímetros.
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