La 'Roja' no se conforma con haber conquistado Europa y busca ahora ser la mejor del Mundo.
Es el partido de su vida. Un encuentro como el de esta noche es para siempre, todo el planeta está expectante para ver quién toca el cielo subiendo a por el título más importante que tiene un futbolista a su alcance, y eso envuelve el partido en un aurea mágica. Sólo se han disputado 18 finales a lo largo de la historia, la Roja nunca ha tenido una oportunidad así, de ahí que los internacionales lo califiquen de partido histórico, pero como les ha recordado Fernando Hierro en las horas previas, «las finales son para ganarles».
Ni el largo kilometraje que tienen en sus piernas los internacionales más veteranos les salva de sentir los nervios propios de un partido así. No hay nada comparable, hay cierto cosquilleo en el estómago y los más de 150 títulos que reúnen los jugadores de la Roja con sus clubes se minimizan ante un partido de estas dimensiones. Cara a cara van a medir sus fuerzas las dos selecciones que más gusto tienen en su estilo de juego, son conscientes que es la vía más rápida para alcanzar la victoria y la Roja reúne los ingredientes perfectos para cocinar una final que se recoja dentro de unos años en los libros de historia como el día en el que España consiguió su primer Mundial de fútbol. No hay una disciplina deportiva que se les resista tanto como el fútbol, acostumbrado a devorar títulos con sus clubes y en las categorías inferiores de la selección. La Eurocopa agarrada con fuerza hace dos años supuso un punto de inflexión para el balompié español, pero los internacionales tienen su lema: «no nos conformamos con conquistar Europa, vamos a por el mundo…».
Poco a poco se han ido dando pasos para acariciar el título, ha sido un camino labrado con el sufrimiento necesario para no acomodarse y mantener todos los sentidos alerta, pero nadie ha podido evitar cada noche, cuando cerraban los ojos en el cuartel general de Potchefstroom, soñar con el gran día. Ya ha llegado. Sólo falta ponerle la guinda al pastel más dulce que puede saborear un futbolista, las sensaciones son muy buenas y se sabe el camino a seguir para tumbar a Holanda, pero hasta que no empiece la final… no se sabe cómo van a reaccionar. Es la primera vez que viven en sus carnes una situación así, pero es cierto que con el estilo de juego que está asombrando a todo el mundo, la victoria está a su alcance.
Una de las consignas va a ser la fidelidad al estilo; la Roja es consciente que si logran adueñarse de la posesión del balón ya tienen parte del recorrido hecho. Siguiendo ese método han ido claudicando los rivales, hoy sería una traición mirar hacia otro lado. No esperan a los holandeses agarrándose de las manos bajo de la portería para salvaguardar el ´0´ en su marcador, como intentó Alemania, pero tampoco es del agrado que les comparen con la mejor versión de Brasil de todos los tiempos. Eso sí, el fútbol que practican está asombrando a todos desde hace tres años y no hay mejor forma de certificarlo que ganando el Mundial.
¿Se imaginan a la Roja campeona del mundo? Sólo con pensarlo te tiemblan las piernas, pero existe esa posibilidad y no la van a dejar pasar, porque el de hoy es el partido de su vida.
- Alineaciones probables:
HOLANDA: Stekelenburg; Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Van Bronckhorst; Van Bommel, De Jong; Robben, Sneijder, Kuyt; y Van Persie.
ESPAÑA: Iker Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila; Busquets, Xabi Alonso, Xavi; Pedro o Silva, Villa e Iniesta.
Árbitro: Howard Webb (Inglaterra)
Estadio: Soccer City de Johannesburgo.
Hora: 20:30.
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