Cerca de 200 personas participaron este domingo en el nuevo operativo de busca de algún rastro sobre el paradero de Sonia Iglesias, desaparecida el pasado 18 de agosto en Pontevedra. La batida abarcó los montes de la parroquia de Verducido y el embalse de Pontillón do Castro, donde se sumergieron buzos del Grupo de Operaciones Especiales (GEO) de la Policía Nacional. En ningún caso se hallaron restos; tan sólo algunas prendas de ropa abandonadas cerca de unos caminos, y ajenas al caso.
El rastreo estaba organizado por la Asociación de Vecinos Outeiro do Castro, de Verducido, de donde son originarios los padres de Sonia Iglesias, que tiene en esta zona numerosos lazos familiares. A la marcha se sumaron también la hermana y el cuñado de la mujer desaparecida. Un portavoz de los habitantes de la parroquia, Félix Fariña, explicó que los vecinos no podían permanecer en sus casas "pensando que podía haber indicios de la desaparición de Sonia" y "sin hacer nada".
Se formaron cuatro grupos de unas 30 ó 40 personas, que se repartieron las principales pistas forestales. Las zonas inspeccionadas fueron O Castro y Campo dos Bois, en el linde con San Vicente de Cerponzóns; A Cubela y el contorno de una cantera en activo; Bordel y Loural, que ya enfila hacia el Monte Acival. Desde las 09.00 y durante las primeras horas, el rastreo se realizó bajo una intensa niebla que dificultaba la visibilidad. Colaboraron también varios jinetes a caballo y pilotos con quads.
Al igual que en la batida multitudinaria realizada el pasado 29 de agosto y que recorrió el Lago de Castiñeiras y Cotorredondo, la Xunqueira de Alba, Campañó y los márgenes del río Lérez, la Policía Nacional supervisó el operativo y, antes de partir, recomendó a los voluntarios que en caso de avistar algún objeto sospechoso, no lo tocasen y diesen aviso al agente más próximo. Además de la Policía Nacional, también participaron efectivos de la Policía Autonómica, la Policía Local de Pontevedra, Protección Civil de Pontevedra y Protección Civil de Bueu. GEOS
Mientras los vecinos y el personal de seguridad realizaban la búsqueda por tierra, un equipo de siete efectivos del GEO realizaba los preparativos para sumergirse en el embalse que también sirve como pista de piragüismo. Los trabajos se centraron en la pared de contención, donde se alcanza la mayor profundidad, entre 20 y 25 metros. Según uno de los agentes, "abajo la visibilidad es nula", por lo que el método de trabajo consistía en "ir palpando a tientas en toda la caída de la presa".
Se trata de una zona muy amplia, donde el agua está estancada y con poco calado en la orilla, por lo que en esa parte "es improbable que haya algo sin que los piragüistas lo viesen". El portavoz de los agentes explicó que su presencia en Pontillón do Castro era "siempre para descartar hipótesis" y no porque haya "algo especial" y que la elección de la presa respondía a la lógica de que pudiera aparecer "cualquier indicio en pantanos y zonas profundas".
Desde el pasado viernes, los GEO realizaron varias inmersiones en el río Lérez, desde la cascada hasta donde los efectivos de Protección Civil también hicieron un rastreo subacuático, hasta el puente del Burgo. Pese a no encontrar nada, no descartan acudir nuevamente al lecho fluvial, argumentando que "caben todas las posibilidades", si bien "hacen falta indicios o nuevas pistas". No tienen un periodo de permanencia, sino que, en función de lo que establezcan los mandos superiores de la Policía Nacional, tienen "todo el tiempo del mundo hasta que se esclarezca esta desaparición".
Después de tres horas preparando los equipos, haciendo mediciones de profundidad y señalizando la zona, los submarinistas iniciaron las inmersiones a media mañana, aunque también con resultados negativos. DECEPCIÓN
Para los vecinos, que a partir del mediodía iban regresando a sus casas después de hacer varios kilómetros de caminata entre monte y maleza, fue "una decepción no encontrar nada". Algunos regresaban "agotados" por el esfuerzo, en una zona de gran pendiente orográfica. Según uno de los responsables de la Comunidad de Montes de Verducido, este territorio tiene una superficie de unas 500 hectáreas, que atraviesan varias pistas transitables, tanto a pie como con vehículos de motor.
Además, al haber comenzado ya la temporada de caza, "el monte está lleno de gente" y de cazadores con perros, tal y como señaló uno de los vecinos.
Además de la cantera, en este espacio de bosque y terreno raso se encuentra un antiguo basurero ya clausurado, y varias pozas de agua. "Por lo menos, que no nos quede la duda", señaló Félix Fariña sobre la motivación de la convocatoria.
Mientras no se produzcan novedades, esta semana está prevista una nueva acción de apoyo a los familiares de Sonia Iglesias. Los vecinos de Campo da Torre, sus amigos y compañeros de trabajo convocan una concentración el miércoles a las 21.00 horas en la Plaza de la Herrería que continuará con una marcha hasta ese barrio donde reside. Esta movilización se repetirá semanalmente.
Además de la presencia del GEO, los efectivos de Protección Civil reanudarán los rastreos el martes por la tarde, que se van a intensificar en la Xunqueira do Vao "de una forma más minuciosa que hasta ahora", señaló el jefe de la agrupación de voluntarios de Pontevedra, Hermenegildo Novoa. "Se trata de ir descartando lugares", explicó, por lo que el rastreo "palmo a palmo" de este área concreta podría llevarles cuatro o cinco días.
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