Un hombre inglés de 41 años de edad identificado sólo con el nombre de Alan, jamás podrá volver a tener relaciones sexuales debido a que un juez de la suprema corte así lo dictaminó, argumentando que cuenta con un coeficiente muy bajo, de tan solo 48 puntos, lo que lo sitúa como persona no apta para asumir las responsabilidades que conlleva una relación de este tipo.
Cabe destacar que Alan cuenta con una pareja de su mismo sexo, y él mismo argumentó sentirse feliz a su lado, sin embargo, un psiquiatra llevó a cabo distintas pruebas a Alan y determinó que enseñarle educación sexual tan sólo le provocaría confusión.
Por lo tanto, Alan tendrá que vivir por el resto de sus días en un nuevo domicilio donde estará "íntimamente cuidado" por los empleados de servicio social.
Aunque el caso despertó la controversia en Inglaterra, dicho país cuenta con un Acta de Capacidad Mental desde el 2005, la cual determina que los jueces pueden hacer decisiones como abortos, eutanasia o tratamientos médicos, entre otros, en nombre de las personas con capacidades mentales reducidas.