Es una suposición general, un aserto popular que la ciencia ha comprobado: el grado de satisfacción laboral afecta a la calidad del sueño. Según un estudio desarrollado por un grupo de investigadores británicos de la Universidad de Surrey, el 33 por ciento de los empleados insatisfechos con su trabajo presenta desórdenes del sueño, frente al 18 por ciento que quienes se encuentran conformes con su situación laboral.
De la investigación se desprende que los asalariados y trabajadores autónomos disfrutan de un sueño "mucho más reparador" que quienes están desempleados. De hecho, los investigadores aseguran que el 40 por ciento de las personas que están en el paro tienen más dificultades de conciliar el sueño y de no despertarse a lo largo de la noche que quienes tienes trabajo.
El tipo de trabajo de una persona también influye la calidad del sueño pues, según señala el estudio, quienes ejercen profesiones liberales duermen mejor que el resto de los profesionales.
Por otra parte, sólo el 6 por ciento de los directivos disfruta de más de ocho horas de sueño por noche (lo que recomiendan los expertos), frente al 11 por ciento de quienes no tienen responsabilidades de gestión.
Los desfavorecidos tienen más problemas para dormir, lo que repercute en su salud"
Este análisis, realizado sobre los datos recabados en 14.000 hogares del Reino Unido, apunta además que las personas con mayores niveles de educación y las que están casadas disfrutan también de un sueño de "más calidad".
"Teniendo en cuenta los vínculos entre la salud, el sueño y las circunstancias sociales y económicas podemos concluir además que las personas más desfavorecidas o las que atraviesan problemas económicos tiene más problemas para conciliar el sueño, lo cual repercute de forma directa en su salud", explica la profesora de la Universidad de Surrey, Sara Arber.
Las mujeres tardan más en dormirse
Respecto a la diferencia por sexos, el estudio concluye que las mujeres son más propensas a tener problemas para conciliar el sueño. Así, el 24 por ciento de ellas tardan una media de 30 minutos en dormirse tres o más noches a la semana, algo afecta al 18 por ciento de los hombres.
Por edades, estos trastornos afectan, durante tres o más noches a la semana, hasta los 25 años de edad, luego descienden ligeramente con la edad en los hombres con la edad pero, sin embargo, aumentan en el caso de las mujeres.
En relación con la medicación, el trabajo apunta que una de cada diez personas necesita tomar fármacos para dormir, tres o más noches a la semana. En concreto, el 9 por ciento de los hombres y el 10 por ciento de las mujeres.
http://www.20minutos.es/noticia/981755/0/trabajador/calidad/sueno/