LONDRES (AP) — Es el nuevo frente del estado niñera: Microchips colocados en los cestos de basura para monitorear cuántos
desperdicios generan las personas.
Un grupo defensor de la privacidad advierte en un nuevo informe que más de 2,6 millones de chips han sido instalados en lo que muchos consideran el primer paso hacia multar a aquellos que tiran demasiadas cosas a la basura.
Los defensores de la medida dicen que se trata de fomentar el reciclado. Los detractores dicen que apesta.
"No deberían meterse en lo que no les importa", dijo Terry Williams, un desempleado londinense que se opone a lo que llama la intromisión del gobierno. "Creo que han ido demasiado lejos. No es como si nosotros estuviéramos tirando alguna cosa ilegal".
El grupo Big Brother Watch denunció que varios gobiernos locales, llamado concejos en Gran Bretaña, están instalando los microchips en los botes de basura distribuidos en hogares, pero en la mayor parte no los han activado todavía, en parte porque los funcionarios saben que la decisión les granjearía impopularidad.
"Están esperando que el clima político cambie antes de comenzar a utilizarlos", dijo el director de campaña Dylan Sharpe, quien sostuvo que las familias que producen grandes cantidades de basura deberían ser multadas.
Los microchips de la basura son ahora parte de la parrilla de información británica, la cual ya incluye una gran instalación de vigilancia de circuito cerrado de televisión y cámaras para monitorear a la población, particularmente en el sistema de transporte que siempre está lleno.