Pese a ser los dos rebeldes de la copa del mundo, Uruguay y Holanda tienen un currículum rico y pesado.
«En nuestro país para ser historia hay que ser campeón». Los uruguayos tienen claro que para grabar su nombre en los libros hay que llegar a los más alto. La Celeste ha pisado fuerte en Sudáfrica e intentará volver a una final mundialista sesenta años después. La última vez que jugó un partido como este fue en México 1970, cuando fue derrotada por Brasil. Campeones del mundo en 1930 y 1950, su historia es pesada pero tienen presente de revelación.
Holanda llega a esta instancia por cuarta vez, aunque ni el enorme estímulo de haber dejado en el camino a Brasil les hizo alardear. Dos años atrás, en la Eurocopa de Austria y Suiza, vencieron a Italia y Francia; todo el mundo pensó que se proclamarían campeones y ni siquiera sobrevivieron a los cuartos de final. Esa es la eterna condena de los Oranje. En los mundiales de 1974 y 1978 dejaron una profunda huella con su Fútbol Total, pero sólo pudieron ser subcampeones. Por ese motivo la tropa tulipán no se conforma. La consigna es avanzar con paso firme y humildad. Como ya sucedió con la generación de Bergkamp, nombres como Stekelenburg, Mathijsen, Van Bommel, Kuyt, Sneijder, Robben o Van Persie únicamente podrían superar a leyendas com Arie Haan, Wim Van Hanegem, Johan Neeskens, Rob Resenbrink, Johnny Rep, Wim Suurbier o Johan Cruyff, en caso de ser campeones. Quedarse en semifinales o perder en la final, sería una decepción más.
Artistas de la supervivencia
«Son luchadores y unos verdaderos artistas de la supervivencia». Con esta frase, Bert van Marwijk definió perfectamente a los uruguayos. Un equipo con una forma de jugar muy respetable: solidez defensiva, agresividad en el centro del campo y explosión en ataque. La entrega nunca falta. Sin embargo, los charrúa tiene claro que con garra y camiseta no podrán hacer frente al talento y la eficacia de los neerlandeses. Por eso confían en su capacidad para no ofrecer ventajas y, sobre todo, en la química, en la adrenalina que se ha generado en el grupo. Con Diego Forlán como líder intelectual y Diego Lugano como cacique, los uruguayos han dado sentido a la coherencia y sencillez del Maestro Tabárez.
Será un encuentro disputado al 1000% de las posibilidades de cada jugador. Esa también es la consigna de Holanda, hastiada de la sutileza tulipán, durante este campeonato han injertado espinas a su fútbol con éxito. Ahora cultivan un tipo de fruto menos inocente y más pragmático. Van Bommel es tan importante como Robben o Sneijder.
- Alineaciones probables:
URUGUAY: Muslera; Maxi Pereira, Victorino, Godín, Cáceres; Diego Pérez, Gargano, Arévalo Ríos, Álvaro Pereira; Cavani y Diego Forlán.
HOLANDA: Stekelenburg; Boulahrouz, Heitinga, Ooijer o Mathijsen, Van Bronckhorst; Van Bommel, De Zeeuw; Kuyt, Sneijder, Robben; y Van Persie.
Árbitro: Ravshan Irmatov (Uzbekistán)
Estadio: Green Point, de Ciudad del Cabo.
Hora: 20.30 local
http://www.superdeporte.es/pi-mundial-2010/2010/07/06/historia-llegar-final-charruas-holandeses/99486.html